Un Encuentro Transformador: Cuando Conocí al Chamán Dan Reynolds

El maestro Dan apareció en mi vida en el año 2011, cuando trabajaba como jefe de servicio técnico en una empresa conocida de la ciudad. Recuerdo como si fuera ayer cuando ingresó a la tienda. Era martes por la mañana y venía con su traductor, ya que no hablaba español.

Cuando lo vi, pensé: "Voy a practicar mi inglés, hace tiempo que no lo hago". Se acercó a mi área de servicio, pero antes de hablar, mientras él sacaba su laptop de su mochila, me acerqué a su traductor y le pregunté si me dejaba hablar en inglés para practicar un poco. Me dijo: "Claro, no hay problema".

Así que lo saludé en inglés y comencé a preguntarle qué le pasaba a su laptop. Mencionó lo bueno que era que hubiera alguien en la empresa que hablara inglés y le pudiera explicar el problema en su idioma.

Comencé a examinar la laptop y pude identificar el problema. Le expliqué la solución y le dije que tomaría tres días repararlo completamente y estar listo para recoger.

Mientras le explicaba, noté que me observaba detenidamente, como si detectara algo, pero no le presté mucha atención.

Le dije que regresara el viernes con la documentación que le había proporcionado. Mirándome fijamente, dijo: "Por supuesto que regresaré".

Nuestra conversación terminó ese martes, me sentí muy feliz de haber podido practicar mi inglés. Pensé: "El cliente se fue muy satisfecho".

Miércoles de Sorpresas en el Trabajo

Pero al día siguiente, miércoles a las 10 de la mañana, me sorprendí mucho al verlo entrar nuevamente a la tienda.

Me sorprendió mucho y me hizo pensar que tal vez no me expresé bien en inglés y por eso regresaba.

Se acercó nuevamente a mi área, lo saludé y le dije: "Señor, me disculpo si no me expresé bien ayer, porque le dije que regresara el viernes".

Me dijo: "Sí, me entendiste bien, pero esta mañana no estoy aquí por mi laptop. Esta mañana estoy aquí por ti", señalándome con el dedo.

Me quedé atónito por unos segundos y le dije: "Disculpe, señor, ¿qué dijo?"

"Como me escuchaste, estoy aquí por ti", dibujé una sonrisa nerviosa. Y me dijo: "Permíteme presentarme, soy Dan Reynolds, soy un chamán que realiza ceremonias de ayahuasca".

Honestamente, mentalmente pensé: "Este hombre debe estar loco. ¿Un chamán? ¿Ayahuasca?"

En ese tiempo mi opinión sobre los chamanes y la Ayahuasca era extremadamente negativa. También dije mentalmente: "Pobre hombre, debe estar afectado de la cabeza por tomar eso", mi expresión cambió a la de una cara preocupada.

En ese momento Dan dijo: "Ayer fue martes, y los martes por la noche tengo ceremonias de Ayahuasca. En esa ceremonia, me dijeron que viniera por ti, que serías mi estudiante, ya que tú también eres un chamán".

Recordando Mi Primera Experiencia

Mentalmente, grité "¡seguridad!" Justo entonces, me preguntó: "Has tomado ayahuasca, ¿verdad?"

Le respondí: "No". Insistió: "Sí, la has tomado. Recuérdalo, recuérdalo". Su insistencia era tal que, de hecho, lo recordé.

Recordé que la había tomado cuando tenía 16 años. Le dije: "Lo recordé, y sí, lo hice".

Me dijo: "Muy bien. Ahora dime, ¿qué viste que no pudiste olvidar hasta el día de hoy? Sé lo que viste, pero quiero que me lo digas".

Me sorprendí mucho y comencé a pensar seriamente sobre quién era esta persona. Lo había visto ayer y en menos de 24 horas, me estaba hablando de estas cosas.

Le conté sobre mi primera experiencia y mi conexión con el jaguar que vi. Me dijo: "Exactamente, tienes una conexión con el reino de los jaguares igual que yo, así que debes tomar ayahuasca conmigo".

Le respondí: "No, señor".

Después de ese día, venía a la tienda cada semana para invitarme a tomar ayahuasca con él, pero mi respuesta siempre era la misma: "No puedo, pero gracias por la invitación".

Comunicación y Mensajes a Través de Sueños

Meses después de fundar mi empresa y dedicarme completamente a ella, comencé a tener sueños muy extraños.

Uno de ellos era que me encontraba en una maloca ceremonial, sentado en el suelo. En el centro, había un altar rodeado de velas y la persona frente a mí era Dan, quien me entregaba una copa con un líquido marrón adentro.

Recuerdo que en ese sueño me di cuenta de que estaba en un ritual de Ayahuasca y que el chamán era Dan.

Compartiendo el Sueño con Mi Esposa

A la mañana siguiente hablé con mi esposa sobre ese sueño y me dijo que tal vez esa persona te estaba recordando. Dije: "Podría ser", y lo dejé ahí.

La semana siguiente, volví a tener el mismo sueño pero esta vez pasó dos veces esa semana.

Le volví a contar a mi esposa y ambos lo encontramos muy extraño. La semana siguiente, pasó tres veces.

Se estaba convirtiendo en una situación que me preocupaba, pero con mi trabajo diario, logré dejarlo de lado.

La cuarta semana fue peor, de siete días, soñé con eso cinco noches. Al tratar de dormir, lo veía dándome esa copa de Ayahuasca.

Fue entonces que le dije a mi esposa: "Esto es demasiado. No sé qué me pasa, pero siento que tengo que ir a verlo".

Mi esposa me preguntó si sabía dónde vivía o si tenía su número de teléfono para llamarlo.

Le dije que no, pero entonces recordé que el segundo día que lo conocí, me dibujó un dibujo de cómo llegar a su casa y por alguna razón, guardé ese dibujo en mis archivos personales.

Al encontrar el boceto, mi esposa me preguntó: "¿Qué le dirás cuando lo veas? ¿Cuál es la razón de tu visita?"

Lo pensé por un momento y recordé que una vez mencionó que siempre tenía problemas con su conexión a internet. Le dije a mi esposa: "Esa será la razón de mi visita".

Visitando la Casa de Dan

Con el boceto en la mano, fui a su casa. En la puerta del edificio había un intercomunicador, y cuando presioné el botón de su apartamento para anunciar mi llegada, pensé: "¿Me recordará?"

Escuché su voz diciendo: "Hola". Dije en inglés: "Hola, Dan. No sé si me recuerdas, soy De..."

En ese momento, dijo: "Sí, Denis, entra. Te estaba esperando". Y yo mentalmente: "¿Qué? ¿Cómo me estaba esperando?"

La verdad es que me asustó un poco. Una vez en su habitación, le expliqué que recordé que siempre tenía problemas de internet y por eso lo estaba visitando, no le dije nada sobre el sueño.

Me dijo: "Sí, ahora tengo problemas de internet. Me alegra que hayas venido, ya que internet es muy importante para mí para comunicarme con amigos y familiares en Estados Unidos".

Después de dejar todo reparado y listo para usar, le dije que el trabajo estaba hecho.

Me preguntó cuánto era por el trabajo y se lo dije. Fue entonces que me hizo una pregunta extraña: "Denis, ¿sabes qué día es hoy?" Dije: "Sí, es martes". Respondió: "Sí, es martes de ceremonia de ayahuasca".

Un Acuerdo de Pago que Cambió Mi Vida

Dije: "¡Oh!"

Me dijo: "Hagamos un trato Denis. Te doy el 50% ahora y el otro 50% esta noche cuando vengas a la ceremonia".

Mentalmente pensé que sería mejor aceptar, ya que aún no me había pagado el 50%, así que dije: "De acuerdo". Me dio el dinero, le agradecí y me fui.

Regresé a casa y le conté a mi esposa lo que había pasado. Me preguntó: "¿Irás esta noche?" Le dije: "No sé".

En el apartamento de Dan, mi respuesta fue un rotundo "no", pero una vez en casa con mi esposa, se convirtió en un "no sé".

Pasaron las horas, y algo dentro de mí me urgía a ir. La ceremonia estaba programada para las 8:30 p.m. y tenía que estar en el apartamento a las 7:30 p.m.

Escuchando Mi Voz Interior (Confiar en Dan)

Pasaron las horas y una voz interior me dijo que fuera a tomar Ayahuasca, cada minuto que pasaba se volvía más intensa.

Alrededor de las 5 p.m., le dije a mi esposa que iría, pero que no quería ir solo. Dije: "Quiero que vengas conmigo, quiero que estés a mi lado en caso de que algo salga mal". Dijo: "Está bien, iré contigo", y así fue.

Esa noche, fuimos al apartamento y llegamos a tiempo. Dan estaba feliz de verme y no estaba solo. Había más personas de Estados Unidos con diferentes habilidades chamánicas. Escuché a Dan decirles que yo era la persona de la que había hablado.

Para mi sorpresa positiva, Dan tenía un área muy bonita, todo de primera clase, comodidad para que solo te concentres en tu proceso con la medicina, todo totalmente diferente de lo que fue mi primera experiencia cuando tenía 16 años.

"Antes de conocer a Dan, creía que ser chamán era ser ignorante, sin estudios y por eso creían en espíritus y fantasmas. Pero después de conocer a Dan, descubrí que el ignorante era yo."

Esa noche marcó el comienzo de un nuevo capítulo en mi vida. Dan se convirtió no solo en un maestro, sino en un puente para entender que el chamanismo y la espiritualidad podían coexistir con la inteligencia, la educación y la vida moderna. Los sueños habían sido mensajes, llamándome de vuelta a un camino que había abandonado años antes.

Este encuentro me enseñó que a veces el universo conspira para traernos exactamente lo que necesitamos, incluso cuando pensamos que no lo queremos. La persistencia de Dan, combinada con los poderosos mensajes que llegaban a través de los sueños, me mostró que mi vocación como sanador no era algo que pudiera ignorar para siempre.

Hoy, mientras continúo el trabajo que Dan me ayudó a recordar, entiendo que cada encuentro en nuestras vidas tiene un propósito. Algunas personas vienen a enseñarnos, otras a desafiar nuestras creencias, y algunas, como Dan Reynolds, vienen a despertarnos a nuestro verdadero destino.